sábado, 3 de octubre de 2009

Brad y Angelina, con refugiados

La pareja más glamorosa de Hollywood compartió una jornada con los civiles iraquíes que aún no pueden regresar a su país. Las imágenes de la visita

En su visita a Damasco, la Embajadora de la Agencia de la ONU para los Refugiados, Angelina Jolie exhortó al mundo de no olvidar a los cientos de miles de refugiados iraquíes que aún permanecen en el exilio.

Decenas de miles de civiles iraquíes regresaron a su país desde Siria y otros países vecinos durante 2008, pero muchos más no pueden o no desean volver a causa de la violencia que aún persiste. Así como las noticias sobre Irak han desaparecido de los titulares internacionales, también la situación de los refugiados se ha invisibilizado.

Jolie, que ya había visitado Damasco en 2007, volvió esta vez con su pareja, el actor Brad Pitt, para encontrarse con refugiados iraquíes -quienes aún enfrentan varios problemas en su integración a pesar de la generosa hospitalidad de la población siria-.

“La mayoría de los refugiados iraquíes no pueden regresar a Irak por los serios traumas que han vivido allí, la incertidumbre ligada a las próximas elecciones, la situación de inseguridad y la falta de servicios básicos. Por eso, necesitan continuo apoyo de la comunidad internacional”, explicó ella.

Muchas de las familias que han huido a Siria en los últimos años han agotado sus ahorros y dependen de la ayuda del gobierno y de las agencias humanitarias como ACNUR.

Jolie, quien se reunió con el presidente sirio, agradeció la generosidad de su país hacia los refugiados por proveer cuidados sanitarios a los más vulnerables y motivar a los niños refugiados a volver a la escuela.

Durante la visita de un día, Jolie y Pitt fueron recibidos por dos familias iraquíes quienes les contaron historias desgarradoras, como la de Hoda, que sufrió abuso sexual y tortura y también fue secuestrada junto a su hijo Waleed, siendo sólo liberados cuando el patriarca de la familia pagó un rescate de 25.000 dólares.

“No se han recuperado del trauma. Hasta que no se encuentren soluciones o estos refugiados puedan volver a sus hogares, es esencial que la comunidad internacional ayuda al ACNUR a proveer apoyo financiero y alimenticio para que puedan sobrevivir, ya que no tienen derecho a trabajar, no pueden prescindir de la ayuda”.

ACNUR estima que más de 4.2 millones de iraquíes han abandonado sus hogares desde el comienzo del conflicto en Irak en 2003. Al presente, 215 mil refugiados iraquíes han sido registrados en ACNUR en Siria, la mayoría de ellos dependen de la ayuda material, como alimento, para vivir.

Crédito: ACNUR/S. Malkawi

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